lunes, 2 de marzo de 2009

Mihaly Csikzsentmihalhi ~ FLOW


No aspiren al éxito, pues cuanto más aspiren a él y más lo conviertan en objetivo, con mayor probabilidad lo perderán.
Puesto que el éxito como la felicidad no puede conseguirse, debe seguirse, como si fuese el efecto secundario no intencionado de la dedicación personal a algo mayor que uno mismo.

Contrariamente a lo que podamos pensar, los momentos más felices de nuestras vidas no son momentos pasivos o relajados; los mejores momentos de nuestras vidas suele suceder cuando el cuerpo o la mente de una persona ha llegado hasta su límite voluntario para conseguir algo difícil y que valiera la pena .


John Lennon decía que la felicidad era lo que pasaba y te podías encontrar casualmente mientras hacias otras cosas.

REM / Shiny happy people



2 comentarios:

  1. es precioso!!!


    me ha encantado


    la felicidad me llega cuendo estoy contigo


    :D

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  2. A América no les gusta Oasis y parece que a China tampoco. La banda liderada por los hermanos Gallagher ha sido vetada en China y parece ser que ni siquiera podrán descargar sus Gibson, sus Marshall y su bad attitude en la China continental.
    La cosa empezó hace unos días cuando por arte de magia se canceló la venta del papel para los conciertos de los de Manchester en Beijing y Shangai del próximo abril. Nadie parecía adivinar la razón, pese a que actitud de los hermanitos y su eterna adhesión a los principios del sexo, drogas y rock’n’roll pudieran dar algo de luz a las razones detrás de la polémica decisión del gobierno chino.
    Para nada. Al parecer el gobierno chino ha recordado la vinculación de Oasis al movimiento Free Tíbet y se lo va hacer pagar con efecto retroactivo. Resulta que Noel participó hace 12 años en un concierto a favor del Tíbet en el lejano de Nueva York de 1997 y China no tiene intención de perdonar.
    De momento la gira de Oasis por el sudeste asiático tendrá que continuar en Hong Kong, aunque, todo sea que allí recuerden las amables palabras que sobre sus habitantes escribió en su dear diary el príncipe Carlos.

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