jueves, 5 de marzo de 2009

Lo lleno y lo vacío

Hay cosas llenas y cosas vacías.


Llenos están el cubo de la basura, el buzón de voz, el del portal con las ofertas del supermercado, el autobús y el Metro, la panza de la ballena de Jonás, el concesionario de coches de lujo, los quioscos con sudokus y coleccionables, los bares de fumadores, las manifestaciones según los convocantes, los periódicos con anuncios de contactos, la guía de teléfonos de México D. F., el mechero que te acaban de robar y Guantánamo.


Vacíos están el depósito del coche, la nevera, el desierto del Gobi, los bares de no fumadores, las manifestaciones según la Policía Local, los centollos en Navidad, los campos de fútbol de Segunda, la biblioteca de Isabel Preysler, los seminarios católicos en la Meca, la Atlántida y la agenda de amantes de la madre Teresa de Calcuta.


«Somos los hombres vacíos», decía T. S. Elliott.


No es cierto: estamos rellenos de nada.


Pero eso ya es algo, ¿no?

4 comentarios:

  1. jeje me encanta, es suyo???

    tu me llenas


    :)

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  2. suyo de quien? de mi?
    yeah xD

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  3. pero a que es procioso el poema que he puesto?

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  4. hey javi y que hay de el vacio dentro de lo lleno??

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